- Dedica tiempo de calidad para ti
- Elige un dia o dos al mes, exclusivamente para ti, para atenderte, cuidarte y llevar a acabo las actividades que mas te gusten.
- Realiza ejercicio físico, con consciencia todos los dias, 25 minutos como mínimo: baila, camina, salta, monta bici, nada, corre. Estiramiento es fundamental.
- Dedica mínimo 15 minutos de tu dia para disfrutar de la quietud y el silencio.
- Que la respiración sea tu medicina. Regálate 5 minutos de tu día para respirar con conciencia, observando cada inahalación y cada exhalación. Este sencillo ejercicio desarrolla un revitalizante y sanador hábito de vida.
- Aprende a decir no, a poner límites. Aprende el arte de la autorregulación.
- Expresa tus emociones tal y como lleguen – alegría, tristeza, rabia, miedo, etc.-, evita guardártelas ya que inflaman, hinchan, engordan, intoxican y enferman.
- Si no has aprendido como expresarlas verbalmente, escríbelas
- Si prefieres no escribir, entonces grita, grita lo mas fuerte que puedas, siempre cuidando de tí.
- Si prefieres no gritar, entonces golpea un cojín con tus brazos, raqueta o un bate, siempre cuidando de tí.
- Corre, camina, abraza, sonríe, llora.
- Cada vez que te mires al espejo, que tus palabras y pensamientos hacia ti mismo sean amorosos, compasivos, empoderantes, positivos. Obsérvate desnudo frente a un espejo con frecuencia,
- Sonríe, sonríete. Abraza, abrázate.
- Cada noche despúes de finalizar tus labores, regálate una baño con agua tibia antes de ir a la cama para limpiar, relajar y descansar tu cuerpo.
- Aprovecha unos momentos después de cada baño, hidrata cada parte de tu cuerpo con el aceite o crema de tu prefrencia. Mientras lo aplicas, agradece cada parte del cuerpo con respeto y reverencia.
- Lleva un diario, registra allí tus experiencias y sentires antes de ir a la cama para limpiar, descansar y relajar tu mente.
- Agradece cada experiencia en tu vida y saca el mejor provecho de cada una.
- Duerme mínimo ocho horas cada noche. Si te es posible, incorpora una siesta después de almuerzo, 10 minutos de descanso consciente son suficientes.
- Disfruta tu sexualidad, conócete, encuentra tu propio ritmo. Elige lo que te gusta, lo que no te gusta y cuándo te gusta. Es tu cuerpo, atiéndete, complácete.
- Rodéate de personas alegres, positivas, que nutran tu existir. Evita al máximo personajes negativos e insatisfechos.
- Nutre tu cuerpo, mente y espíritu de Madre Naturaleza. Camina en reservas naturales, parques, montañas, respira aire fresco, puro.
- Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea tu alimento:
- Consume cada alimento despacio, en calma, con agradecimiento, consciencia y presencia.
- Procura comer en el comedor. Dispón la mesa como si fuera para el mejor y mas importante de los invitados, tú.
- Antes de empezar a comer, realiza tres respiraciones lentas y profundas, agradece por los alimentos, a las personas que los prepararon, a tu cuerpo y sistema digestivo, a nuestra Madre Tierra.
- Entre bocado y bocado, descansa el cubierto sobre la mesa mientras masticas y disfrutas de los sabores, texturas. Esto aplica para la sopa, fuertes, postres, bebidas.
- Si eres diestro come la mano izquierda. Si eres zurdo come con la mano derecha.
- Evita al máximo las bebidas frias con las comidas. Procura ir creando el hábito de tomar bebidas calientes como te verde o aromáticas. Postres y bebidas frias una hora antes o una hora después de las comidas.
- Desarrolla el hábito de observar que alimentos te revitalizan y que alimentos te dejan pesado. Poco a poco vas conectándote con la sabiduría de tu cuerpo y dejando patrones automáticos tóxicos de alimentación.
- Si tu personalmente preparas tus alimentos, hazlo con agrado, bendice y agradece cada alimento. Se creativo, utiliza varias especias, sabores, colores.
- Hidrátate con frecuencia, bebe el agua con consciencia y agradecimiento.
- Ponle intención a tus comidas y bebidas, consúmelas con la consciencia de nutrir cada célula de tu organismo.
- Desarrolla el hábito del ayuno para dar un respiro y un descanso a tu valioso sistema digestivo. Empieza de a poquitos: dos horas, luego media mañana, luego tres parte del día, hasta que logres todo el día. Preferiblemente cada semana, para liberar toxinas. Así mismo, puedes hacer también ayunos de críticas, juicios, quejas, victimismo, control, para ir limpiando poco a poco patrones nocivos de comportamiento.
- Realiza una limpieza hepática, cada año preferiblemente, acompañado de tu médico.
- Evita al máximo alimentarte cuando estas molesto, asustado o nervioso.
- Evita al máximo alimentos preparados con azucar refinada, reemplázala por canela.
- Incrementa el consumo de frutas y vegetales frescos.
- Evita al máximo lacteos pasteurizados, embutidos, harinas y alimentos preservados.
- Evita al máximo saltar las horas de comida, crea tus propios horarios de acuerdo a tu sentir, respétalos.
- Evita al máximo alimentarte mientras ves televisión, o trabajas con la computadora o celular. Convierte los momentos de alimento en un ritual sagrado.
- Recuerda que tus pensamientos también son alimento. Que cada pensamiento sea de respeto, aceptación y gratitud. Evita al máximo el juicio, la crítica, la queja ya que intoxican el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Que la respiración sea también tu alimento.
- Por último, conviértete en tu mejor amigo, en tu propio terapeuta. Aprende a conocerte observando tus ciclos, tus patrones, tus emociones, tus raices, tus memorias. Reconócete, acéptate, agradécete, disfruta de tu compañia, de tus charlas, de tu brillantez, de tu luz, tu oscuridad y tu locura. ¡Enamórate de ti!, Se compasivo contigo mismo, se auténtico, sal del automático, responsabilízate de tu salud integral, toma las riendas de tu vida. Este es el tiempo.
Es realmente increíble lo sencillo que esto es, cada recomendación hasta parece obvia , y si ya lo.sabias. por qué no lo.hacias? o mejor aún para que seguías insistiendo en esos rituales ? …. Gracias por abrir esta conciencia !