Los momentos para alimentar tu cuerpo son sagrados. Recuerda que los pensamientos y las palabras también son alimento.
Que cada palabra, cada bocado y cada intención nutran tu andar.
Los momentos para alimentar tu cuerpo son sagrados. Recuerda que los pensamientos y las palabras también son alimento.
Que cada palabra, cada bocado y cada intención nutran tu andar.