Este tema realmente me apasiona. Es fascinante ver el abordaje en distintas culturas sobre este proceso natural que, en últimas, es una de las verdaderas realidades. Para algunos pueblos es una oportunidad de celebrar y trascender. Para otros, una tragedia. Yo, personalmente, la veo con respeto y como una gran realidad. Pensar en este momento, aquí y ahora, ¿qué pasaría si supiese que voy a morir hoy? ¿Qué tengo pendiente por hacer o por decir? ¿Están mis asuntos en armonía y equilibrio? ¿Estoy en paz conmigo mismo y con el otro, los otros?
Cada vez que pienso en la muerte, pienso en lo importante que es vivir el día a día, disfrutando cada experiencia con todos los sentidos, sonriendo, bailando, aceptando, agradeciendo. Considero que vale la pena enamorarnos de la muerte, así como de la vida misma. Vivir cada momento plenamente, con presencia, consciencia y responsabilidad. Qué bonito es abrazar a tus seres queridos y a tus amigos cada vez que tienes oportunidad. Qué bonito decir te quiero a tus seres queridos cada vez que tienes oportunidad. Qué bonito es despertar cada mañana con una sonrisa en tu rostro y un gracias a la vida por un día más, por una nueva oportunidad de manifestar nuestra grandeza y brillar. Qué bonito es estar en armonía contigo mismo y con los demás. Qué bonito es estar listo para morir.
Traigo a colación una frase de los indígenas norteamericanos que me encanta: “Hoy es un buen día para morir”. Sí, sí. Morir a los juicios, a la crítica, al rencor, a la quejadera y a la no aceptación de lo que hay. Morir a las actitudes y comportamientos que hacen daño, que intoxican y matan. Morir a los apegos y dependencias. Morir al sedentarismo y a la falta de energía vital, que es una manera de estar muerto en vida. Morir a los patrones nocivos de pensamiento y conducta para renacer, así, y levantarnos dentro de los muertos. Renacer a nuevos paradigmas, a nuevas maneras de pensar, inundados de sentido de vida y agradecimiento, comprendiendo que cada noche morimos, así como culmina el día; y que cada mañana, con cada hermoso amanecer, es un nuevo empezar. Sí, renacer completamente reconciliados con el pasado, con la capacidad y actitud de disfrutar el momento presente, y con la fuerza y certeza suficientes para co-crear un futuro brillante en bienestar, abundancia y prosperidad.
Pero bueno, mientras llega el momento de trascender, ¿a qué estás tú dispuesto a morir hoy?
¡Bonita semana para ti!